Pasó de sentirse no comprendida a sentir que fluye la conversación y los problemas de todos son igual de importantes.

Pasaron de sentir que su hija se estaba alejando y no comprenderla a sentirse seguros de lo que su hija necesita

Pasó de sentirse sola en la maternidad, de creer que era mala mamá y culpable a una mamá segura y empoderada que puede comunicarse de una manera más efectiva creando una conexión para hablar de sus sentimientos.

Pasó de ser una mamá controladora con poca comunicación a una relación conectada donde se sientan a conversar para poder guiarla con amor

Pasó de sentirse desafiada y no saber cómo conectar con su adolescente a comunicarse, comprender el cerebro de su hijo para lograr conexión y dejar de tomarse las cosas a personal.

Pasó de sentirse desgastada y que había perdido a sus hijos a sentirse con salud mental y emocional para ser capaz de conectar con cada uno, ha recuperado a sus hijos y la confianza.

Pasó de ser una mamá reactiva a una mamá comprensiva.

Encontró una solución que no había encontrado en otro lugar y vive en paz actualmente al saber que hay una comunidad que le apoya.

Pasó de educar desde el miedo a educar desde el amor y la seguridad,

No entendían los cambios de humor de su hija y la ansiedad de su hijo. Ahora ya no se toman a personal las reacciones y pueden guiar a sus hijos.

Agradece que sus padres por tomar el programa El Código del Adolescente ya que su relación mejoró, y hoy se siente escuchado y comprendido.

Quería entender los cambios de la adolescencia y prepararse para lo que venía con sus hijos. Encontró estructura, tranquilidad y paz.

Logró conectar con su hija y guiarle para salir de una depresión profunda y autolesión.

Logró pasar de educar con imposición a educar con conexión cuando comprendió la adolescencia y pudo ser más empática.

Pasó de sentirse perdida y sin saber cómo ayudar a su adolescente a ser rescatada para seguir nadando.

Pasó de peleas permanentes por el encierro de su hijo y el tiempo que pasaba en redes a dejar la reactividad y manejar sus emociones y ganarse la confianza de su hijo.

Volvió a confiar en su mamá y pudo recuperar su comunicación cuando su mamá dejó de juzgar, criticar y controlar.

Pasó de ser controladora a una mamá que logró dar su espacio a sus hijos y mejoró su relación a pesar de la edad de ellos.

Pasó de ser una mamá que le costaba mucho poner límites y encontró el sentido y lógica de cómo hacerlo para dejar de imponer y lograr la cooperación de sus hijas.

Logró identificar las necesidades de su hija y que dejara de autolesionarse y pasó de sentirse desesperada y angustiada a estar tranquila y con esperanza y hoy tiene una relación muy conectada con su hija.

Que pasó de ser controladora y logró conectar con sus hijos para dejar las peleas y empezar a comunicarse.

Pasó de una mala comunicación con sus hijas y mucho aislamiento a volver a conectar y poder tener paz y alegría en sus vidas.